Y bueno, ahí lo tenés: el Banco Central salió a vender otros 52 millones de dólares, como si tuviera la billetera más gorda que un influencer en Dubái. Mientras tanto, nosotros seguimos juntando las moneditas del vuelto para cargar la SUBE. Es que parece que cada movimiento del Central es más un manotazo que una estrategia.
Dicen que las reservas se están “recuperando”, pero parece más un parche que una solución. Porque, posta, si están vendiendo verdes a esta altura del mes, ¿cómo será la cosa a fin de año? Es como si quisieras apagar un incendio con un balde de agua: no alcanza ni ahí, pero lo hacen igual.
La posta es que esta venta es para calmar un poco al mercado, que está más nervioso que vos esperando que no te toque pagar el asado en la reunión con amigos. Pero claro, mientras ellos venden dólares para “estabilizar”, vos te seguís rompiendo la cabeza para estabilizar tu sueldo con la inflación. Spoiler: no hay manera.
¿Y las reservas? Supuestamente están mejorando, pero a este ritmo no van a durar ni lo que un tema de cumbia en el boliche. Porque todos sabemos que cuando el dólar está en juego, los que manejan la cosa siempre terminan con las manos llenas, y nosotros, los de siempre, seguimos con las manos vacías.
Encima, salen a decir que “todo está bajo control”. Sí, claro, el control de ellos, porque nosotros seguimos controlando que no se pase el saldo negativo en la cuenta. En resumen, el Banco Central está jugando al truco con dos cartas, mientras el resto del país se queda mirando la partida desde afuera.
Así que, amigos, sigamos haciendo malabares con lo que tenemos, porque los millones que vende el BCRA nunca nos van a llegar. Y si pensabas ahorrar en dólares, mejor andá pensando en hacer magia, porque con lo que hay, ni para un billete de Monopoly te alcanza. ¡Qué año, qué economía, qué paciencia!